Jesús, perdóname
por todos mis pecados.
Quiero ser tu hijo
de verdad
y vivir contigo
una vida nueva.
Ven a mi corazón
y lléname de tu paz.
Quiero que,
a partir de ahora,
Tú seas el Señor
y el Rey de mi vida.
Te entrego mi vida,
mi mente, mi cuerpo
y mi alma
para que los limpies
con tu sangre bendita
y me hagas
un hombre nuevo,
puro y limpio para ti.
Amén.