«Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman». (1ª Corintios 2, 9)
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Jamás le negare mi amor
Oración en la prueba
Varias semanas sin estar en el blog, pero han ocurrido tantos problemas en este tiempo que por momentos perdía realmente el rumbo. Se que debería de poner el ejemplo, pero sinceramente en ocasiones por mas que uno busca las respuestas no las encontramos tan fácil
Ahora regreso, aun con toda esa carga de problemas de todo tipo en mi vida, pero también consiente que no puedo dejar así este espacio, confiando que de algún modo todo se solucionara
Dios los bendiga
“En ti, Señor, me cobijo,
¡nunca quede defraudado!
¡Líbrame conforme a tu justicia,
tiende a mí tu oído, date prisa!
Sé mi roca de refugio,
alcázar donde me salve;
pues tú eres mi peña y mi alcázar,
por tu nombre me guías y diriges.
En tus manos abandono mi vida
y me libras, Señor, Dios fiel.
Me alegraré y celebraré tu amor,
pues te has fijado en mi aflicción,
conoces las angustias que me ahogan.
Ten piedad de mí, Señor,
que estoy en apuros.
La pena debilita mis ojos,
mi garganta y mis entrañas;
mi vida se consume en aflicción,
y en suspiros mis años;
sucumbe mi vigor a la miseria,
mis huesos pierden fuerza.
Pero yo en ti confío, Señor,
me digo: «Tú eres mi Dios».
Mi destino está en tus manos, líbrame
de las manos de enemigos que me acosan.
Dios, no quede yo defraudado
después de haberte invocado.
¡Qué grande es tu bondad, Señor !
La reservas para tus adeptos,
se la das a los que a ti se acogen
a la vista de todos los hombres.
¡Bendito Dios que me ha brindado
maravillas de amor!
¡Y yo que decía alarmado:
«Estoy dejado de tus ojos»!
Pero oías la voz de mi plegaria
cuando te gritaba auxilio.”
Salmo 30
¡Orar es algo sencillo!
Tratar a Dios como un amigo, ya que Dios se ha hecho en Jesús esto: un amigo nuestro al hacerse como uno de nosotros.
Entonces, para hablar a Jesús, y en Jesús a Dios, no hay como acudir al Evangelio para saber cómo hemos de hablar con Jesús. Con la misma naturalidad que todos usaban con Él y le exponían sus necesidades. Cualquier situación nuestra tiene su exponente en el Evangelio.
– ¡Señor, que vea!, le decía el ciego.
– ¡Dame de esa tu agua, para no tener más sed!, le pedía la Samaritana.
– ¡Señor, enséñanos a orar!, le decían los discípulos.
– ¡Sálvanos, Señor!, que perecemos!, le gritaron los apóstoles en la barca que se hundía.
– ¡Señor, mándame ir a ti!, le pidió Pedro.
– ¡Señor, ten compasión de mí, que soy un pecador!, murmuraba el publicano.
– ¡Señor, si quieres puedes limpiarme!, le suplicaba humilde el leproso.
– Mira que tu amigo, a quien tanto quieres, está enfermo, mandó a decirle Marta.
– ¡Auméntanos la fe!, le pidieron los discípulos.
– ¡Acuérdate de mí cuando estés en tu reino!, le suplicó el ladrón.
– ¡Señor, danos ese pan!, le pidieron los oyentes cuando prometió la Eucaristía.
– ¡Señor, tú sabes que yo te quiero!, le protestaba Pedro.
– ¡Mira, Jesús, que no tienen vino!, se limitó a decir María por los otros cuando los vio en apuros…
Así, así le hablaban a Jesús. Imposible mayor sencillez. Y Jesús no dejó de atender ningún deseo.
Mira atentamente el rostro de tu amigo
Mira atentamente el rostro de tu amigo, como si fuera la primera vez, observa la caída de una hoja seca, el correr del riachuelo, la salida de la luna, una puesta de sol, el vuelo de un pájaro… No seas tan ciego que sólo veas lo que te interesa para ti.
No seas como el pescador que, de tanto ver el mar, ya no aprecia su belleza y majestad. No seas de los que miran sin ver o escuchan sin oír. Aprecia la belleza, donde quiera que se encuentre, y alaba a Dios. Todo lo que te ayude a orar y amar más a Dios, será bueno para ti. Ora y ama con una buena música que eleva tu espíritu; ora y ama con la lectura de un buen libro; ora y ama con la belleza de la naturaleza.
Pero ora y ama ante la presencia de Dio que vive en tu corazón; si es posible, ante el silencio y la soledad de una Iglesia o, mejor aún ante su presencia viviente en la Eucaristía. Haz crecer el amor de Dios en tu corazón, viviendo más cerca de Él, con más oración cada día, con más amor.
«Siempre triunfa el amor» Ángel Peña O.A.R.
Oración al empezar un día de trabajo
Señor, comienza un nuevo día
y como siempre pongo en tus manos mi trabajo.
Ayúdame a realizarlo íntegramente
y con éxito mi programa de hoy.
Dame fuerza y optimismo, poder de convicción
y sobre todo constancia y entrega a mi trabajo…
además de mis éxitos……
que es fácil ofrecerte, te ofrezco también
mis desilusiones, mis esperanzas inútiles,
mis errores y mi cansancio estéril…
Convénceme Señor de que ningún trabajo es
perdido y de que mañana cosechare gozoso
los aparentes fracasos de hoy.
Te doy gracias por mi hermosa profesión que
es un servicio y te pido me ayudes a prestarlo
con integridad y alegría.
Inflama tú mis ímpetus y mi mentalidad de triunfo.
pero consérvame siempre sencillo y dispuesto al servicio,
a la colaboración y al compañerismo.
Autor: Anónimo
Oración de arrepentimiento y perdón
Dios nos tiene un gran amor y tiene un plan para cada uno de nosotros: Él quiere que seamos felices ahora y para siempre junto a Él. Cuando pecamos, nos negamos a seguir sus planes de felicidad para nosotros. El pecado es decirle a Dios que no nos interesa su plan, que preferimos hacer lo que se nos antoja.
En la oración de arrepentimiento, le decimos a Dios que nos sentimos mal de haberlo ofendido, de haber despreciado su invitación a la felicidad eterna, que queremos volver a ser sus amigos. Le pedimos que nos perdone y nos vuelva a aceptar en sus planes de salvación. Todos los días podemos pedir perdón a Dios por nuestras faltas haciendo un acto de contrición y una penitencia que escojamos. En esta oración también podemos abrir nuestro corazón para perdonar a los que nos han ofendido, pidiendo por ellos.
Autor: Lucrecia Rego de Planas
La sabiduría se reduce a una pregunta
La sabiduría se reduce a una pregunta extremadamente simple; ¿Puedo cambiar esto que no me gusta?. Si todavía cabe hacer algo, ¿Por que sufrir? Saquemos energías desde los sótanos y hagamos el cien por cien para neutralizarlo o transformarlo, parcial o totalmente. En caso contrario, si ya no cabe hacer nada, si todos los horizontes están clausurados, ¿para que preocuparse? Silenciemos las preguntas, cerremos la boca, abandonemos toda resistencia, inclinemos la cabeza apoyandola en las manos benditas y amantes del Padre y la paz sera nuestra herencia
Ignacio Larrañaga: » Muestrame tu Rostro»
La Eucaristía es la fuente de la vida
La Eucaristía es la fuente de la vida, de la verdadera vida, de la vida eterna. ¿Estás sediento de amor, de paz, de alegría, de comprensión? Ahí está Jesús que te saciará tu hambre y tu sed. El te dice: “Yo soy el pan de vida, el que viene a mí ya no tendrá más hambre, el que. cree en mi; jamás tendrá sed” (Jn 6,35). “Yo soy el pan vivo bajado del cielo, si alguno come de este pan, vivirá para siempre y el pan que yo le daré es mi carne, vida del mundo” (Jn 6,51).
JESÚS EUCARISTÍA
EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA–Angel Peña O.A.R.
El don de la oración
El don de la oración está en manos del Salvador. Cuanto más té vacíes de ti mismo, es decir, de tu amor propio y de toda atadura carnal, entrando en la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu corazón.
San Pío de Pieltrecina